Tentadora
¡Ah!
¡Si en tu seno reposar pudiera
mi
corazón herido, ensangrentado!
¡Si
a tu sonrisa de eterna primavera
cantar
pudiera mi pecho lastimado!
¡No
huyas! Dame una sonrisa...¡Espera!
¡No
vayas a matar mi razón ya turbada,
con
esa risa de escándalo y quimera
tan
suave, tan tibia y perfumada!
No
me mires así tan hondamente
que
tu mirar de estrellas y alboradas
puede
cegar mis ojos de repente.
Ten
cuidado, amor, y más
cautela:
No
sea que hieras con seducción malvada,
mi
alma, que a tu alma se revela.
Anderson
Braga Horta
Tradução:
Paulo Sergio Ramos Cezar e Alícia Silvestre
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